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9 consejos de un ciclista veterano para iniciarse en el bikepacking

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9 consejos de un ciclista veterano para iniciarse en el bikepacking

9 consejos de un ciclista veterano para iniciarse en el bikepacking

Jonathan Kambskard-Bennett/

22 de marzo de 2024

Jonathan Kambskard-Bennett, el global community manager de komoot, ha visto mucho mundo desde el sillín. Y lo de "mucho mundo" es literal, porque se ha dado la vuelta al globo en bicicleta. Si estás pensando en tirarte a la piscina del bikepacking, Jonathan parece la persona adecuada para dar consejos, desde el tipo de bici hasta el presupuesto. Días, semanas, meses o años... Sea cual sea tu idea del viaje perfecto, este artículo tiene algo para ti.  Te dejo con Jonathan.

1. Plantéate la Ruta en etapas

En la vida, hay cantidad de cosas que resultan abrumadoras al principio, pero cuando las dividimos en secciones más pequeñas, de pronto parecen asequibles. El bikepacking no es una excepción. Subirte a la bici con un destino muy lejano en el punto de mira puede llegar a intimidar, pero si lo piensas bien, un viaje largo no es más que la suma de varios viajes pequeños. No pierdas de vista el objetivo final, pero céntrate en tramos que puedas abarcar de manera más inmediata. 

Por ejemplo, cuando yo di la vuelta al mundo, no pensé casi nunca en el destino, que me parecía tan remoto... Lo que hice fue pensar en los lugares donde quería parar durante el recorrido y decidir cómo podía dividir la distancia entre ellos aún más para planificar etapas factibles. Esto me permitió concentrarme en periodos de 24 horas, uno detrás de otro. Así visto, da mucho menos miedo, ¿verdad?

2. A la hora de viajar en bicicleta, no hay reglas

Una de las cosas que más me gusta sobre las rutas ciclistas es que no existe la forma correcta o incorrecta de viajar. Hay tanta libertad que tan siquiera nos ponemos de acuerdo en el nombre: cicloturismo (de alforjas), bikepacking, ciclismo de aventura, y la lista sigue. Si un día te encuentras en medio de un acalorado debate sobre cuál es el término correcto, deja de perder el tiempo y empieza a pedalear.

Mete en las alforjas material de camping cómodo, varios cambios de ropa, un hornillo y poco más. Es mejor viajar con el menor peso posible. Deja que la carga más pesada sea la de tu conciencia las noches que decidas sacar la tarjeta de crédito y darte el lujo de dormir en un hotel. Para algunas personas, la bici es un mero medio de transporte para ir de un punto A a un punto B disfrutando del paisaje, mientras que para otras lo que cuenta son las largas jornadas haciendo girar los pedales. No importa si tu distancia diaria son 30 kilómetros o 300; siempre y cuando el día siguiente te depare un nuevo destino, no cabe duda de que lo estás haciendo bien. 

3. Aprende sobre la marcha

He dicho antes que no hay reglas, pero en realidad hay una: tienes que saber montar en bici. Si no sabes, nunca es tarde para aprender. Y si sabes, lo más probable es que no necesites mucha preparación (a no ser que quieras batir algún récord). Márcate una distancia diaria asequible y empieza desde ahí. Poco a poco, tu cuerpo se irá adaptando.

Cuando empecé mi vuelta al mundo, lo más que había pedaleado eran 15 kilómetros en Richmond Park (Londres). A toro pasado, ¿recomendaría entrenar un poco más? Desde luego. ¿Cambiaría algo de lo que hice? Probablemente no. Mejorar tu forma física sobre la marcha es el método más divertido de hacerlo.

4. Piensa en qué gastas el dinero

La mejor bici para tu aventura es la que ya tienes en casa. Habrá quien trate de convencerte de que te hace falta una nueva para un viaje de bikepacking. Quizás sea verdad en tu caso, pero igual que no existe una única forma de viajar en bicicleta, tampoco existe la bicicleta perfecta para un viaje.

El dinero no cae del cielo, así que tómate tu tiempo para decidir en qué quieres gastártelo. ¿Te gusta acampar? Entonces, puedes comprar material de camping bueno para que te dure muchos años. Pero si prefieres dormir en una cama, quizás quieras invertirlo en alojamientos. ¿Necesitas nuevas prendas impermeables para no tener que buscar refugio cuando llueva? ¿Y qué hay de la duración del viaje? Si quieres alargarlo al máximo, es posible que tengas que estirar el presupuesto gastando lo mínimo por día. Valora todas las opciones y recuerda que lo más caro no siempre es lo mejor. En mi viaje por el mundo, las piezas de mi bici fueron más fáciles (y baratas) de encontrar cuando necesité recambios que si hubiera tenido una bici último modelo. Mi bicicleta de acero resistió todos los contratiempos, incluida una soldadura de emergencia en Kirguistán. No sé si habría llegado igual de lejos con un cuadro de carbono de alta gama.

5. Utiliza komoot

La diferencia entre un viaje inolvidable y uno digno de ser olvidado puede estar en la calidad de la navegación. Hay muchos otros factores que inclinan la balanza hacia un lado o hacia el otro, como la compañía o las condiciones meteorológicas. Pero, con komoot, al menos no corres el riesgo de que la navegación te arruine la experiencia. Sus prácticas funciones te permiten disfrutar más del entorno sin estar pendiente de cuándo tienes que girar o cambiar de carretera y el planificador encuentra los mejores sitios para rodar en función de tus preferencias.

Cuando hago un viaje en bici, me gusta grabarlo para organizar las etapas diarias en Colecciones y poder compartirlas con mi familia y mis amigos. Si a alguien le gusta una de mis Rutas y quiere personalizarla, la puede copiar en su perfil y adaptarla a su gusto.

6. Haz una lista de lo que necesitas

Escribe una lista con todo lo que te hace falta para ver lo que ya tienes y lo que debes comprar. Si no sabes bien qué meter en las alforjas, busca información en internet: hay montones de artículos y consejos. 

Durante mi gran viaje, la lista que hice al principio fue muy útil cada vez que tenía que volver a levantar el ancla tras una parada larga en algún sitio. Todavía sigo escribiendo listas antes de un viaje, y siempre miro la del último para inspirarme.

7. Aprende a arreglar la bici

No temas, con unas nociones básicas de mecánica te basta. Las bicis modernas son muy fiables y cosas como los frenos son bastante fáciles de arreglar. Si tienes un problema más gordo, tendrás que ir a una tienda o taller de todos modos porque harán falta herramientas especiales. 

Si vas a estar a solas con tu bici una buena temporada, no hay excusas que valgan. Como mínimo, debes aprender a arreglar un pinchazo y a cambiar la cámara de aire, las pastillas o las zapatas de freno y los cables. Aparte de eso, las probabilidades de que te ocurra algo más grave son bajas. Y si te ocurre, seguro que, para entonces, ya se te habrá olvidado cómo arreglarlo. Si tienes un problema mecánico, respira hondo, busca un sitio donde sentarte y saca el pulgar hasta que un alma caritativa pare a recogerte.

8. Tu cuerpo es tu motor: cuídalo

Cuando lo único que te propulsa hacia adelante día tras día es tu cuerpo, te das cuenta de lo importante que es. Escúchalo y cuídalo como se merece.

Se cree erróneamente que los viajes de bikepacking son incompatibles con una buena dieta. Si tienes que hacer tiradas interminables cada día y no tienes ni tiempo de parar a comer, está claro que tu objetivo es batir un récord o ganar una carrera. Pero si te mueves a un ritmo tranquilo con el objetivo de disfrutar del viaje, entonces una dieta equilibrada es perfectamente compatible. Es más, debes aprovechar la oportunidad de degustar las delicias culinarias de los sitios por donde pases. Yo normalmente llevo un hornillo para preparar una buena cena una vez que he montado la tienda de campaña. Además, por la mañana, antes de salir del saco, me gusta asomarme por la puerta de la tienda y hacerme una taza de café bien cargado para empezar el día.

9. Vela por tu seguridad

El mundo es menos peligroso de lo que crees, pero usa el sentido común. Cruzar Alaska en pleno invierno en tu primer viaje de bikepacking puede que no sea la opción más sensata. Y lo mismo ocurre si quieres pedalear por la zona más desértica de Australia durante el verano. Busca algo acorde a tus capacidades y deja los entornos extremos para cuando tengas más experiencia.

En cuanto a los robos, hay más probabilidades de que pierdas algo que de que te lo roben. Yo he recorrido unos 60 000 o 70 000 kilómetros con la bici y nunca me han robado ni me han atacado. Aun así, recuerda que las pequeñas cosas cuentan: siempre lleva contigo una batería externa cargada, esconde una tarjeta de crédito y algo de efectivo en un sitio que no sea la billetera y no te olvides de candar la bici cuando no la tengas a la vista. Tomadas esas precauciones, confía en la gente que te encuentres por el camino; la mayoría estará encantada de echarte una mano.

¿Te ha sabido a poco? Aquí tienes más ideas para planificar tu primera aventura de varios días:

Texto y fotos de Jonathan Kambskard-Bennett

Jonathan se enamoró de los viajes en bicicleta cuando dio la vuelta al mundo: 50 000 kilómetros sobre el sillín. Desde entonces, ha completado varias carreras de ultrarresistencia, pero prefiere pedalear a un ritmo más tranquilo por caminos y senderos. Vive en Londres y sabe muy bien que no tienes que viajar muy lejos para vivir una aventura. Le gusta salir a correr por los barrios de la ciudad e ir al campo los fines de semana.

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