La Boca del Asno

Los valores naturales y la belleza de los pinares de Valsaín convirtieron la pradera de la Boca del Asno el lugar preferido por las comitivas reales para merendar durante sus paseos campestres mientras pasaban el verano en el palacio de La Granja. A partir del siglo XIX se convirtió en punto de encuentro de científicos, naturalistas y excursionistas, que solían frecuentar las orillas del río Eresma en busca de nuevos caminos de investigación, descubrimiento y divulgación del conocimiento mediante el estudio del medio natural y las actividades al aire libre. Las zonas recreativas del Robledo, los Asientos y la Boca del Asno, situadas las tres en las orillas del río Eresma, se han convertido en destacados espacios naturales de ocio y esparcimiento que atraen unas doscientas mil personas al año. El pintoresco nombre de Boca del Asno se debe al angosto estrechamiento del cauce del río, que salva una estrecha garganta de paredes de granito y la imaginación popular compara con el hocico de un asno, donde se forman pequeños saltos de agua, toboganes y pozas que hacen las delicias de pequeños y mayores en verano, cuando la temperatura del agua es agradable para el baño.

En la entrada del aparcamiento hay un Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama acondicionado en una antigua casa forestal de la guardería forestal. El centro tiene información de rutas y datos de interés. La exposición cuenta con un audiovisual de los Montes de Valsaín, la flora, la fauna y el territorio de las cumbres. También tiene paneles temáticos, proyecciones y una sala que desarrolla la explotación de los pinos y el uso de la madera como recurso económico. La visita es muy interesante para conocer el mundo natural, cultural y tradicional del territorio incluido en el espacio protegido y el cinturón periférico.